martes, 18 de diciembre de 2012

El Último Boy Scout



Hace poco leí un artículo interesantísimo. Un psiquiatra, analizaba los diferentes trastornos psíquicos expuesto a diario en espacios televisivos como “Salvame”. 
 
 
Si bien en Psicología, abundan los estudios de correlación sobre población humana, no hay muchas formas de ser científicamente “correcto” para probar los efectos de la exposición a programas basura sobre eso que llamamos Salud Mental. No obstante, cualquier persona con un mínimo porcentaje de sentido común, conoce (sin saber que se llama así) el Aprendizaje Vicario: “Hago lo que veo, porque es lo que he aprendido aunque no sea consciente de ello”, el Modelaje de Bandura (Imitamos los modelos que tenemos para parecernos a ellos), así como muchas otras evidencias científicas o no, de catedráticos universitarios o verdades como puños de la mujer del Kiosko de pipas… Sin duda, ver tele basura no es bueno.

Y para una generación entera de personas con un sistema educativo en crisis, sin más cultura que redes sociales y la tele, en un nuevo orden mundial donde los valores en peligro de extinción son los puntales de las ruinas del futuro... Tenemos un problema.
 
El caso, es que de pequeño ví películas míticas que me enseñaron cosas… simplemente, me enseñaron algo que aún tengo por verdad. En mi mal llamada "Generación Perdida", han dejado huella personajes tal ilustres como:

* Jhon McClane (Jungla de Cristal).

* Chance Boudreaux (Blanco Humano).

* Harry el Sucio.

* Rocky Balboa.

Y el menos conocido, pero mi favorito, Joe Hallenbeck, el El Último Boy Scout.
 
El personaje principal es un ex-agente del Servicio Secreto desencantado con la vida, que sostiene como puede los puntales de su ruinosa vida personal, manteniéndose en la miseria que supone vivir de forma más o menos honrada.
Su mujer le es infiel con un conocido y nuestro antihéroe pasó a la historia del cine como el personaje que más veces repite la palabra “Fuck” (unas 102 veces) en un largometraje de sólo 105 minutos. Por su contenido de lenguaje vulgar, escenas de sexo y violencia, fue considerada moralmente ofensiva… Pero como siempre digo, la gente se queda en las gilipolleces.
 
Para mi, lo realmente importante es que este antihéroe, a pesar de tener el mundo entero en su contra, no se derrumba y aún conserva una visión clara y meridiana de lo que es justo y honesto. Por eso, lucha contra la corrupción en un mundo que ha perdido el norte, donde su mujer le engaña, sus jefes le jodieron por hacer lo correcto y el poder lo ostentan los corruptos… Sólo unos pocos son los que no se doblegan…hasta alcanzar una suma millonaria.
 
Joe es un hombre de carácter, sabe que pueden derrotarle, pero jamás destruirle. Por eso, no se detiene y aunque no se quiera mucho, sigue adelante como un espíritu indomable. Los supervivientes también sangran y caen al suelo, pero saben por lo que pelean y de esa convicción emana su fuerza.  Ama, Sufre y Lucha… por eso al final Gana. La Victoria no es siempre conseguir lo que quieres, pero orientar lo que sientes, piensas y cómo actúas de acuerdo a tu voluntad, garantiza que nunca pierdes.
 
A pesar de ser un hombre de honor, la película está repleta de comentarios cargados de ironía y sarcasmo (Por ejemplo, el segundo nombre de Joe es Cornellius). Las frases célebres, las dejo en un link para deleite del lector.
 
 
 
 
Ninguna tiene desperdicio, pero permítaseme entresacar dos de ellas:
 
El agua moja, el cielo es azul y las mujeres tienen secretos


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-¡Vete a la mierda! ¡Eres un cerdo! ¡Nunca estabas en casa! Me sentía sola. 
-Cómprate un perro. 
-Yo no te odio, Joe, eres tú el que te odias. 
-Claro, y consigo soportarme veinticuatro horas al día.
 
 
 
Y es que a veces, el humor se vuelve negro cuando te toca ver la parte oscura de la vida. Es lo único que te permite mantener un poco la cordura y con ello, que los demás puedan seguir fantaseando y criticando a gente que hace posible que puedan fantasear y criticar… Uno de los hombres que más admiro, tiene una vida muy similar a la de este personaje de ficción. Desde aquí, que es ninguna parte, agradecerle a la sombra todo lo que ha hecho por los demás y nadie sabrá nunca.
 
 
Y es que en este mundo decadente, ya nadie quiere ser Joe Hallenbeck. A los héroes se los han comido unos monstruos llamados multiculturalismo individualista, los Mercados, la ambición, la conveniencia, el relativismo y una sensación de incertidumbre y desasosiego que convierte al 90 por ciento del mundo en extraños de sí mismos.
 
En lugar de astronauta, piloto, bombero o policía, los niños quieren ser políticos, cantantes, futbolistas o Concejales de Urbanismo. Y de esto, en gran parte, tiene la culpa toda esa  televisión basura de programas de reality, la carencia de modelos sólidos en la familia y la sociedad (papá se acuesta con la hija de la hermana y mamá se cepilla al profesor de meditación) y la abolición más absoluta de ideales humanos como son la Igualdad entre el derecho de las personas, la dignidad, el amor al prójimo y en suma, el beneficio para la colectividad de la raza humana.
 
Desde esta mirada nostálgica, debería dedicar otro post para comentar las luchas de Pressing Catch los domingos por la mañana en el cuadrilátero de arena de la zona infantil del colegio, jugar al fútbol con bocatas en la mano, las peleas después de jugar a la “alemana”, correr con un kimono bajo la lluvia, abrir la puerta de las Whiskerías a patadas y salir corriendo, la tienda de Modesto y la “huele-mal” , pero se lo dejo a mi amigo Popi, que es el nostálgico en su célebre blog: Loshermanosbrothers.
 
 
Para todos los demás, feliz fin del mundo.


Yippee-ki-yay, hijos de puta

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