jueves, 26 de mayo de 2011

Crying Freeman (Los Paraísos Perdidos).

Incluso yo, fui capaz de amar una vez, dijo el demonio mirando atrás. Y es que, no hay nadie más feliz, que camine sobre esta tierra, que aquel que ha encontrado el amor verdadero.

Dicen los antiguos, que a veces, al reencarnarse el alma, esta se divide en dos cuerpos y dos mentes, pero indivisible como el cielo, existe uno sólo. Unidos por lo que no se puede romper, ni el tiempo ni la distancia acaban con aquello que es inmortal.

Pero a veces, cegados por el mundo, los hombres son sólo hombres y no ven más allá de las formas y los accidentes. A veces, sólo a veces, arrasaría el mundo y quemaría el cielo para volver atrás y corregir errores. El amor, lo divino, también está dentro de las personas, como el diablo y el miedo y carne de la misma carne, la debilidad gana al valor y al corazón. Porque a veces, los demonios se vuelven hombres y los héroes se hacen cobardes... A veces, hasta los ángeles lloran al alejarse de la Luz.

No hay disculpa para los cobardes y el honor, una vez que se mancha, ya no puede volver a brillar igual. A veces, sólo a veces, no hay dolor suficiente para expiar la culpa y la vergüenza de las miserias que todo lo empañan. Los vicios nos arrastran y dejamos de mercer más de lo que siempre hemos merecido. El pecado nos abrasa y entonces, indignos, debemos abandonar el Paraíso...

Tras esto, se dice en El Libro que empezó el dolor, la vergüenza y la culpa, pues antes no existía el pecado. Realmente yo creo que el pecado y la tentación siempre estuvieron, pero el libre albedrío, que nos mantiene salvajes, también nos acerca al fruto del egoísmo, al dolor y al sufrimiento más profundos.

La estupidez hace caer dos mil veces en la misma piedra...y la miseria, nos hace débiles y tropezar otra vez otros dos millones... Con todo, a veces es imposible reparar el daño, como imposible es volver al Paraíso una vez que lo hemos perdido. A veces, cuando la pérdida es inevitable, sólo el dolor nos guía en las elecciones. A veces, sólo a veces, brilla la Luz en las lágrimas caídas sobre el fuego del infierno.

... El amor verdadero de una mujer, vale más que mil vaginas...

1 comentario:

  1. el verdadero paraiso esta en el corazón del hombre cuando ama de verdad.Es un don del alma de los seres iluminados capaces de sentir ese olor que desprende la vida,convertido en amor, en risa,en belleza,en...magia.

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